La presbicia o «vista cansada» es una afección visual común que suele manifestarse alrededor de los 40 años. Ante la aparición de este problema, muchas personas buscan soluciones rápidas y económicas, como las gafas premontadas, también conocidas como gafas de lectura de farmacia o «gafas del chino». Si bien estas pueden parecer una alternativa conveniente y accesible, es crucial conocer los riesgos asociados con su uso. En este artículo, abordaremos los siete peligros principales de utilizar gafas premontadas, con el fin de informar y orientar a quienes consideran recurrir a ellas. Resolveremos dudas frecuentes y ofreceremos una perspectiva detallada sobre por qué estas gafas pueden terminar siendo más un problema que una solución.
Riesgos de los materiales de baja calidad
El primer riesgo radica en la calidad del material con el que se fabrican las gafas premontadas. A diferencia de las lentes personalizadas, estas gafas utilizan plásticos baratos que se inyectan en moldes prefijados, lo que resulta en una visión distorsionada debido a aberraciones y efectos prismáticos no deseados. Estos defectos pueden causar molestias visuales significativas.
Aberraciones y efectos prismáticos
Las aberraciones se refieren a zonas de la lente donde la visión se distorsiona, y los efectos prismáticos implican cambios indeseados en la graduación a través de diferentes puntos del cristal. Ambos pueden afectar la comodidad y la salud visual del usuario.
Problema de la refracción uniforme
El segundo peligro es que las gafas premontadas ofrecen la misma refracción en ambos lados. Esto ignora el hecho de que la mayoría de las personas tienen graduaciones distintas en cada ojo, lo que podría resultar en una visión desequilibrada y forzar al sistema visual a compensar.
Falta de personalización y control de calidad
Como tercer punto, estas gafas se fabrican en serie sin controles de calidad exhaustivos. No se ajustan a las características individuales de cada usuario, lo que puede comprometer la efectividad de la corrección visual.
El centro óptico inadecuado
El cuarto riesgo concierne al centro óptico de las lentes. En las gafas premontadas, a menudo este no se alinea correctamente con las pupilas del usuario, lo que puede conducir a una visión incorrecta y posiblemente a problemas visuales adicionales.
Importancia de la alineación del centro óptico
Una alineación adecuada del centro óptico es fundamental para una visión óptima y para evitar el esfuerzo ocular.
Ausencia de tratamientos de lente
El quinto factor a considerar es la ausencia de tratamientos en las lentes, como el antirreflejante. Aunque el costo es mayor, estos tratamientos mejoran significativamente la claridad y el confort visual, especialmente en entornos con mucha luz o al trabajar con pantallas.
La elección errónea del usuario
El sexto peligro es la autoselección de la graduación por parte del usuario. Sin la valoración de un profesional, es fácil elegir una potencia incorrecta que puede llevar a una visión inadecuada y a largo plazo, a problemas visuales más serios.
La necesidad de asesoramiento profesional
Un óptico titulado puede proporcionar una graduación precisa y recomendar la mejor solución visual, evitando así el esfuerzo innecesario del sistema visual.
Desconocimiento de problemas visuales subyacentes
Por último, el séptimo riesgo es pasar por alto otros problemas visuales. Algunas personas pueden tener afecciones que requieren atención profesional y que no son detectables sin una evaluación optométrica adecuada. El uso de gafas premontadas podría enmascarar estos problemas, retrasando un diagnóstico y tratamiento correctos.
La importancia de un diagnóstico profesional
Un examen visual completo puede descubrir problemas que van más allá de la presbicia, asegurando así una salud ocular óptima y una solución visual personalizada.
En conclusión, aunque las gafas premontadas pueden parecer una solución práctica y económica para la presbicia, es esencial ser conscientes de los riesgos asociados. La salud visual es un aspecto fundamental de nuestra calidad de vida y merece la atención y cuidado de profesionales. Optar por una corrección visual adecuada y personalizada no solo garantiza una mejor experiencia visual, sino que también protege nuestra visión a largo plazo.