Mantener el sistema de refrigeración de nuestro vehículo en óptimas condiciones es crucial para garantizar su buen funcionamiento y alargar su vida útil. Una de las tareas de mantenimiento esenciales es el cambio del líquido refrigerante y la limpieza del circuito. En este artículo, explicaremos paso a paso cómo realizar esta operación de manera segura y eficaz. Resolveremos dudas comunes como la identificación del vaso de expansión, el uso correcto de un líquido limpia radiadores y el proceso de vaciado y rellenado del sistema. Acompáñanos en este detallado recorrido que te permitirá mantener tu coche en las mejores condiciones.
Identificación y preparación del vaso de expansión
Antes de proceder, es fundamental localizar el vaso de expansión y prepararlo para la intervención.
Apertura del tapón del vaso de expansión
Localiza el vaso de expansión y procede a abrir el tapón. Si el vehículo está caliente, es importante esperar a que se enfríe antes de abrir el tapón con cuidado para evitar accidentes.
Uso del líquido limpia radiadores
El siguiente paso es limpiar el circuito con un producto específico para esta tarea.
Aplicación del líquido limpia radiadores
Sigue las instrucciones del producto que hayas elegido. En nuestro caso, se debe verter el contenido entero del bote en el vaso de expansión, sin necesidad de vaciar previamente el líquido refrigerante existente. No te preocupes si el nivel sobrepasa el máximo, no causará problemas. Después, coloca nuevamente el tapón.
Activación del sistema de refrigeración
Para que el líquido limpia radiadores actúe correctamente, es necesario activar el sistema de refrigeración.
Proceso de circulación del líquido
Arranca el coche y espera a que alcance su temperatura normal de funcionamiento. Una vez alcanzada, mantén el vehículo encendido durante siete minutos, ya sea circulando o estacionado en un lugar ventilado.
Vaciado del líquido refrigerante
Una vez limpiado el circuito, es hora de vaciar el líquido refrigerante viejo.
Retirada de la manguera del radiador
Levanta el coche para acceder a la manguera o tubo situado en la parte más baja del radiador. Si es necesario, utiliza una herramienta adecuada, como una mordaza o pico de loro, para quitar o mover la abrazadera y extraer la manguera. Realiza esta operación con precaución, ya que el líquido estará caliente. Prepara un recipiente para recoger el líquido y recuerda que debe ser desechado de forma responsable en un punto limpio.
Limpieza con agua y rellenado de líquido refrigerante
Para asegurar que no queden restos dentro del circuito, es necesario realizar una limpieza con agua.
Limpieza final del circuito
Tras colocar de nuevo la manguera, llena el vaso de expansión con agua, coloca el tapón y arranca el coche. Deja que el motor alcance la temperatura de funcionamiento para que el agua circule algunos minutos. Posteriormente, vacía el circuito nuevamente.
Rellenado con líquido refrigerante nuevo
Con el circuito limpio, es momento de añadir el nuevo líquido refrigerante. Rellena hasta el nivel máximo y deja que el coche funcione hasta alcanzar su temperatura normal. Es posible que el nivel del líquido descienda al purgarse el aire del sistema. Si es necesario, añade más líquido hasta alcanzar el nivel adecuado entre el mínimo y el máximo.
Con estos pasos, habrás completado satisfactoriamente la limpieza y cambio del líquido refrigerante de tu coche, manteniendo el sistema de refrigeración en estado óptimo y previniendo averías futuras. Recuerda revisar periódicamente el nivel de líquido refrigerante y realizar el mantenimiento adecuado para garantizar el buen funcionamiento de tu vehículo.